domingo, 23 de marzo de 2008

UN AÑO SIN TI


Ya hace un año que nos dejaste, un año….parece mentira, yo sigo preguntándome cada día ¿donde estás? Sigo mirando tu cama al acostarme todas las noches como si esperara verte. Al igual que no pude hacerme a la idea de perderte mi mente se niego a reconocer que no te verá más.
Este ha sido el año más triste de mi vida y dudo que los que me queden sean mejores, contigo se fue la esperanza, la ilusión y la alegría de esta casa. Para mí además de un hijo fuiste el amigo que nunca tuve y ahora eres mi maestro, me enseñaste a sentir el amor más puro que existe.
Leí en algún sitio que los niños que se marchan tan pronto son tan especiales por que son almas que ya han llegado a un gran nivel. Tú sabes que yo soy poco creyente pero he de recocer que eras un niño con unos valores poco comunes en esta época; tu capacidad de resignación ante la enfermedad sin perder la alegría, tu inmenso amor a todos y tu enorme voluntad de vivir siempre serán dignos de admirar.

lunes, 18 de febrero de 2008

Querido hijo, aunque cada vez escriba menos en nuestro espacio sabes que cada noche te hablo cuando me voy a dormir. Pero hoy es un día especialmente triste de recordar pues cumplirías 16 años, me imagino como serías si esa maldición de enfermedad no te hubiera destrozado… pero para qué pensarlo si solo me produce dolor. Parece mentira que ya haya pasado casi un año desde que nos dejaste, a veces parece que ha pasado una eternidad y otras que fue ayer mismo, solo sé que todos estos meses han quedado en blanco por que ya no hay nada que los llene.

jueves, 31 de enero de 2008

Querido hijo hace ya bastante que no te escribo, lo que no significa que deje de acordarme de ti un instante, tan solo que trato de entretener mi mente con tonterías para evitar recordar sobre todo esos últimos meses de tu vida tan dolorosos, donde cada noche lloraba frente al ordenador después de acostarte al verte tan mal y saber que tu marcha se acercaba sin remedio. Ya han pasado 10 meses desde que tu cuerpo dejó de vivir pero hace casi un año que yo hecho de menos a ese hijo siempre dispuesto a reír, con esa alegría que llenaba nuestras vidas, hoy la angustia a pasado dejando una triste calma sin esperanza. Aún sigo muchas noches mirando tu habitación cuando me voy a dormir esperando que todo sea una pesadilla y pueda besar nuevamente tu frente.

jueves, 10 de enero de 2008

Querido hijo, ya por fin se quedaron atrás las navidades, unas “fiestas” vacías como todo este tiempo que ha pasado desde que nos dejaste. Ahora intento entretener el tiempo jugando a un juego de rol por Internet y no puedo dejar de pensar en que te hubiera encantado jugar pues es un ambiente similar al señor de los anillos, tu gran película, además lo hubiéramos podido jugar en equipo como a ti te gustaba… lastima que ya no pueda verte disfrutar con los juegos de ordenador. Por lo demás todo sigue igual de triste, sin ti no hay alegría, tan solo recuerdos de las cosas que te hubieran hecho reír y de tantos comentarios irónicos que hoy se quedan sin decir. No quiero recordar tantos malos momentos por los que pasamos, tan solo quedarme con los ratos felices, pero me producen una terrible nostalgia, te hecho tanto de menos…

martes, 1 de enero de 2008

Ya terminó este año maldito que estará siempre en nuestra memoria mientras vivamos tu madre y yo, el año en que perdimos lo más valioso de nuestra vida, nuestro hijo. Hoy no puedo dejar de recordar estos momentos el año pasado, intentando que disfrutaras de tus últimas navidades, como tomamos las uvas de la suerte con un nudo en la garganta viendo que nuestra “suerte” se estaba terminando… no sabíamos que tan solo terminar las navidades ya todo sería una rápida y cruel cuesta abajo de casi tres meses que quisiera borrar de mi memoria. A pesar de los meses que han pasado en mi corazón sigue la misma rabia, la misma tristeza que ahoga mi alma cada día, cada vez que pienso como esa implacable enfermedad te destrozó la vida desde los nueve años para terminar quitándotela. No sé si existe Dios, pero Satanás para mi se llama sarcoma meníngeo.

martes, 25 de diciembre de 2007

Hola hijo, en la calle no dejan de sonar los petardos, tu madre, tu abuela y tu tía están viendo una película pero yo no puedo dejar de visitar nuestro espacio en esta triste noche de “nochebuena” y recordar otras nochebuenas cuando estabas con nosotros, sobre todo cuando eras un niño lleno de ilusión por los nuevos juguetes que esperabas. Hoy no ha habido cena ni nada especial, como en un vano intento de olvidar esta fecha. Las pasadas Navidades ya fueron duran pero estabas aun con nosotros, aunque sabíamos que por poco tiempo dado el estado en que te encontrabas, pero podía abrazarte y hacerte reír aunque mi alma llorara. Ya las navidades son otro trago amargo por el que pasar al igual que tantas fechas especiales en las que no puedes pensar que tan solo es un día más y en las que te sientes desolado. Ayer hizo nueve meses desde que nos dejaste.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Querido hijo, no dejo de dar vueltas a la idea de volver a nuestra tierra, tan solo me ata a este lugar tus recuerdos, aunque siento, por muy absurdo que parezca, que marchándome me aparto aún más de ti, como si tu alma estuviera en los rincones de esta casa donde has pasado tu corta vida, ya que cada uno de ellos mantiene viva para mi tu presencia. Pero la poca familia que me queda está allí y aquí nos encontramos tan solos y tristes… A tu madre le gustaría volver a Mérida, donde tu naciste, a mi también me gusta más que Don Benito, pero por desgracia no es todo cuestión de gustos y no sé si encontraríamos un piso adecuado, pero por ahora tan solo son ideas que rondan mi imparable cabeza, y ya he aprendido que el destino puede romperlo todo en mil pedazos. Por ahora ya es bastante con pasar las dolorosas fechas que ya tenemos encima pues aunque en el fondo tan solo sean días igual que los demás son muchos los recuerdos que se agolpan. Te queremos Carlos.