viernes, 15 de junio de 2007

Querido hijo, otra vez me he cargado el ordenador, no te rías, lo dejé pasando el antivirus y cuando volví se estaba reiniciando una y otra vez, a duras penas conseguí que funcionara pero estaba tocado así que guarde lo necesario y a formatear e instalar todo de nuevo, lastima que esta vez no estuvieras tu nervioso metiéndome prisa para que te instalara tus juegos. Ya ves esto que tanto me entretenía antes también ahora me ha costado hacerlo, no hay manera de que me entren ganas de algo que no sea tumbarme y dormir, yo creo que cada vez me encuentro peor por mucho que vaya a la psicóloga, lo poco que hago es casi por obligación, fíjate que hasta comer me aburre, si, no me mires con cara de asombro, pero no creas que por eso adelgazo, total no hago nada y ya sabes como cocina tu madre, pero si no fuera por ella me saltaría las comidas la mitad de los días. Sigo perdido sin encontrar un sentido a mi vida y echándote muchísimo de menos. Tu tortuga sigue estupendamente, total la cuidaba yo más que tú y no será por que el bicho me inspire ningún cariño, solo que no puedo hacer otra cosa, era tu mascota.