jueves, 4 de octubre de 2007
Querido Carlos otro mes más que pasó y ya estamos en octubre, se acercan sin remedio las terribles navidades, sabes que nunca me han gustado pero no lo comprendías y es que en esas fechas es cuando se hecha más en falta a los seres queridos y por desgracia han sido muchas las perdidas, mis padres, mi hermano mayor y sobre todo la tuya que llenabas nuestras vidas de amor y alegría. Por lo que intentaré vivir las navidades como si no existieran y solo fueran días normales. No quiero reuniones familiares ni comidas especiales donde todos lloremos tu ausencia, ya es bastante duro pasar cada día echándote de menos.
Ahora busco respuestas que me convenzan de que tu alma sigue existiendo en algún lugar, no puedo aceptar tu ausencia como nunca supe aceptar tu enfermedad y necesito creer que tanto amor y tanto sufrimiento tiene que tener algún sentido. Ayúdame a encontrar un poco de paz para seguir viviendo, te necesito.
El destino me lleva de la mano por caminos que nunca pensé en recorrer.
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