viernes, 1 de junio de 2007
Querido hijo he estado unos días sin Internet por culpa del router que se me ha estropeado y hasta que me han mandado uno nuevo no he podido entrar, ya imagino que te reirás pensando en el “mono” que he pasado sin red pero de todas formas lo que te digo aquí sabes que te lo repito mil veces cada día con el corazón.
No sé si con el paso del tiempo encontraré calma y sosiego para esta ansiedad continua, este vacío que le ha quitado sabor y sentido a la vida, dice la psicóloga que con el tiempo… pero cada día sin ti es un día perdido.
Antes de que nacieras yo no sentía la necesidad de tener un hijo, al contrario me daba miedo tanta responsabilidad y tantas preocupaciones “ aunque jamás ni por asomo imaginé que llegarían a ser tan enormes y dolorosas” y después de tenerte muchísimas veces me sentí agobiado por ti, pero poco a poco fuiste llenando mi corazón , me sentí orgulloso de tener un hijo tan dulce, tan inteligente… en definitiva tan perfecto y tras el horror de tu enfermedad tan admirable y fuerte, nos distes lecciones a todos de capacidad de resignación y sufrimiento luchando día a día y siempre dispuesto a una sonrisa y a una broma. Tu marcha nos ha destrozado la vida pero ha sido un honor ser tus padres.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)