miércoles, 31 de octubre de 2007


Parezco un calendario ambulante solo contando los días, siento que con cada uno me aleja más de ti, como si eso fuera posible…

Hoy nos ha tocado ir nuevamente a la psicóloga a charlar un rato y como casi siempre se me ha saltado alguna lagrima, intenta que vuelva a encontrar gusto por las cosas y puede que tenga razón en que yo mismo me recrimino el poder disfrutar de algo, aunque tan solo sean las aficiones que tenía y ahora me dan tanta pereza. Es muy difícil aceptar como padre que mi hijo ha muerto y sigo viviendo, va en contra de toda razón.

Ya ves entre psiquiatras y psicólogos como si estuviera medio loco, buscando inútilmente una razón para vivir o al menos calmar esta necesidad que tengo de tu compañía.

Te queremos Carlos.