sábado, 9 de junio de 2007
Los días siguen pasando como cuencas vacías de un rosario, cada día igual, dormir, comer, el ordenador y si acaso alguna chapucilla casera cuando reúno las fuerzas suficientes, todo rodeado por una total apatía y tristeza.
Ya tenemos encima el verano, estarías terminando el curso y deseando disfrutar de tu tiempo libre pero ya ves… en vez de eso seguirán los días vacíos pasando uno tras otro, todo ha quedado sin sentido, no me imagino yendo a la playa sin ti, bañándome sin ti, pasear por la playa y dándome la paliza de buscar coquinas con la sola ilusión de verte feliz comiéndotelas por la noche. Salir a una terraza o al Romerijo para pedirte tus puntillitas. Recuerdo el pasado verano, aunque sabíamos que sería tu último verano, tu compañía hacia que todo tuviera luz y color a pesar de nuestro sufrimiento.
Sin ti todo es gris y triste, aunque me tragara mi dolor por hacerte reír con cualquier tontería verte feliz era mi mayor satisfacción. Pero este verano ya estabas cambiando, ya necesitabas la compañía de amigos más que la nuestra y notaba tu tristeza al darte cuenta de las secuelas de tu enfermedad te impedían tener la libertad propia de tu edad, no imaginas el profundo dolor que nos daba escucharte decir que como una chica se podría fijar en ti con la cabeza casi sin pelo y medio cojo. Pero ya has dejado de sufrir, solo nosotros sufrimos por tu ausencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)