
Otra vez de madrugada te escribo, como imaginarás estoy en el salón, tu madre sigue liada con la pintura, supongo que para ella no parar es una forma de mitigar tu ausencia, ya la conoces, al menos ya casi no discutimos parece que ha terminado aceptando que yo lo sufro de otra manera, de todas formas es admirable su fuerza. Yo en cambio no levanto cabeza, hay algo dentro de mi que me dice que todo carece ya de importancia, incluso la vida ya tiene sentido. No es que quiera morirme es que necesito encontrar algo que llene este inmenso vacío que has dejado. Eres el mejor hijo que cualquier padre podría desear pero la vida ha sido injustamente cruel sobre todo contigo, rompiendo tu infancia y matando tu adolescencia, siempre me quedará la duda de lo que realmente pensabas que pasaba con tu enfermedad viendo como cada vez estabas peor hasta que dejaste de sur tu.
Cuanto daría por creer lo que dicen algunos libros de que hay otra vida y allí volveré a encontrarte y poder pasear hablando de nuestras cosas.
Cuanto daría por creer lo que dicen algunos libros de que hay otra vida y allí volveré a encontrarte y poder pasear hablando de nuestras cosas.
Esta foto es de las últimas que te hice en navidades, tenias tantas ganas de conocer la nieve...
Un abrazo muy fuerte y si estás en algún lugar, por favor, ayúdanos si puedes a aprender a vivir sin ti.
Un abrazo muy fuerte y si estás en algún lugar, por favor, ayúdanos si puedes a aprender a vivir sin ti.