jueves, 29 de marzo de 2007

Hola Carlos, mañana te dicen la misa de funeral en la parroquia, la verdad es que no pensaba volver a pisar una iglesia después de que Dios, si es que existe, lo cual dudo, te hubiera llevado de nuestra compañía, pero ya sabes, los compromisos sociales, el que dirán y acompañar a tu madre sobre todo me harán ir a pasar un mal rato y a maldecir a todos los santos por esa maldita enfermedad que no te ha dejado vivir. Y para colmo en el instituto también piensan decir otra misa, y le han comentado a tu madre que han puesto una foto tuya para recordarte, más me hubiera gustado que hubieran sido mejores amigos tuyos cuando estabas con ellos. Como me acuerdo ahora de todas las veces que he ido a llevarte y a recogerte, si supieras el miedo que llevaba a que me dijeras que te ocurría algo referente al tumor…, cuanto miedo he pasado estos años de lucha temiendo cualquier síntoma que nos alertara de que el bicho crecía, ahora ya todo ese miedo se ha convertido en una inmensa pena, en una profunda soledad y eso que no me hago a la idea de que te hayas ido y eso que este ultimo mes viéndote como estabas lo deseara para que dejaras de sufrir, yo sé que tu si tu cabeza hubiera funcionado como siempre también lo hubieras deseado. Nunca sabré como fue posible que un tumor tan raro y agresivo entrara en esa maravillosa cabeza que tenias, a veces hasta pensaba en una maldición de alguien que envidiaba tu inteligencia, tu carácter, tu nobleza, tu alegría, si tu alegría, esa que ahora hecho tanto de menos. Un beso en la frente donde quieras que estés.

No hay comentarios: