domingo, 25 de marzo de 2007
Hola Carlos
Deseo con todas mis fuerzas creer que tu alma sigue viva en algún lugar aunque la razón no me lo permita, es tanta esa necesidad que te he llamado mil veces como si estuvieras perdido, no he obtenido respuesta, pero desde aquí me gustaría decirle cuanto te han querido todos aquellos que han pasado por su corta vida, desde su profesora de preescolar hasta el jefe de estudio de instituto, ese al que todos temíais, también ha llorado por tu marcha. Todos y cada uno han venido a despedirse de ti. Don Luís y su mujer, tu pediatra de toda tu niñez. Nadie que te haya conocido ha podido olvidar la huella que en ellos dejaste, todos alababan tu madurez, tu nobleza, tu carácter, en definitiva que eras un niño excepcional, sé que te gustaría saberlo. De tus padres solo recordarte que te queremos con locura y que para nosotros has sido el regalo más grande que la vida nos ha dado, a pesar de tanto sufrimiento tu sola compañía era el mejor de los bálsamos y la más grande recompensa.
Yo por mi parte te pido perdón por los momentos en los que me has visto derrotado y no he estado a la altura que tu merecías, solo puede decir que lo he intentado con toda mi alma.
Me gustaría mandarte un enorme abrazo pero no sé a donde.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario