martes, 25 de diciembre de 2007

Hola hijo, en la calle no dejan de sonar los petardos, tu madre, tu abuela y tu tía están viendo una película pero yo no puedo dejar de visitar nuestro espacio en esta triste noche de “nochebuena” y recordar otras nochebuenas cuando estabas con nosotros, sobre todo cuando eras un niño lleno de ilusión por los nuevos juguetes que esperabas. Hoy no ha habido cena ni nada especial, como en un vano intento de olvidar esta fecha. Las pasadas Navidades ya fueron duran pero estabas aun con nosotros, aunque sabíamos que por poco tiempo dado el estado en que te encontrabas, pero podía abrazarte y hacerte reír aunque mi alma llorara. Ya las navidades son otro trago amargo por el que pasar al igual que tantas fechas especiales en las que no puedes pensar que tan solo es un día más y en las que te sientes desolado. Ayer hizo nueve meses desde que nos dejaste.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Querido hijo, no dejo de dar vueltas a la idea de volver a nuestra tierra, tan solo me ata a este lugar tus recuerdos, aunque siento, por muy absurdo que parezca, que marchándome me aparto aún más de ti, como si tu alma estuviera en los rincones de esta casa donde has pasado tu corta vida, ya que cada uno de ellos mantiene viva para mi tu presencia. Pero la poca familia que me queda está allí y aquí nos encontramos tan solos y tristes… A tu madre le gustaría volver a Mérida, donde tu naciste, a mi también me gusta más que Don Benito, pero por desgracia no es todo cuestión de gustos y no sé si encontraríamos un piso adecuado, pero por ahora tan solo son ideas que rondan mi imparable cabeza, y ya he aprendido que el destino puede romperlo todo en mil pedazos. Por ahora ya es bastante con pasar las dolorosas fechas que ya tenemos encima pues aunque en el fondo tan solo sean días igual que los demás son muchos los recuerdos que se agolpan. Te queremos Carlos.

viernes, 14 de diciembre de 2007

UN PENSAMIENTO DE SAN AGUSTÍN... Morirse no es nada importante... Sólo me he ido al cuarto de al lado pero yo sigo siendo yo, igual que tú sigues siendo tú, seguimos siendo lo que éramos el uno para el otro. Sigue riendo con lo que nos hacía reír juntos. Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo. Que mi nombre se oiga en casa igual que siempre, sin énfasis ni temor alguno La vida sigue significando lo que siempre ha significado es lo que siempre fue, el hilo no se ha roto. ¿Por qué tendría yo que estar lejos de tus pensamientos? ¿Simplemente porque tus ojos no me ven? No estoy lejos, sólo estoy al otro lado del camino. Todo va bien. (San Agustín) Como me gustaría creer que todo es así de sencillo

domingo, 9 de diciembre de 2007

Las fatídicas fechas de la navidad se acercan, ya están todos los centros comerciales decorados, llenos de productos típicos de estas fechas y aporreándonos la cabeza con los villancicos, y la televisión otro tanto de lo mismo. Sabes que nunca me han gustado las navidades, mis recuerdos sobre ellas de niño eran tristes pues siendo muy pequeño murió mi hermano en un accidente de tráfico y solo recuerdos de estas fechas como mis hermanos mayores salían y yo me quedaba viendo la tele con mis padres dormidos en sus sillones. Luego fueron una mera excusa para salir toda la noche en reuniones que hacíamos con amigos y de las que era difícil no salir medio borracho. Después faltó mi padre y más adelante a raíz de salir con tu madre empezamos a juntarnos todos los hermanos para cenar con la abuela. Tu me hiciste, a pesar de mis protestas, volver a aceptarlas al verte a ti lleno de ilusión por que llegaran tus abuelos y tu tía llenos de regalos para ti, te apuntamos a Papa Noel y claro a los Reyes Magos, recuerdo una noche que tuvimos que esperar que te durmieras para bajar al coche a por la bicicleta y me dieron las tantas apretando tuercas y tornillos para que la vieras con todos los detalles. Que mayor alegría para nosotros que verte feliz… Hay tantos recuerdos de cómo conseguías siempre todo lo que deseabas, pero es que nunca nos distes motivos para castigarte y si alguna vez te reñíamos por algo te ponías tan triste que daban ganas de pedirte perdón, ahora los veo como los momentos más felices de mi vida. Hoy ya la navidad solo existe para los demás, las nuestras terminaron el año pasado.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Querido hijo que duro se me hace vivir cada día, cualquier cosa hace que esta herida enorme sangre, busco inútilmente algo que ocupe mi mente, que aleje mis pensamientos, pero rara vez consigo algo y esas pocas veces son por medio de tranquilizantes que calman un poco la angustia y la rabia que siento. Cuando miro la televisión parece que gran parte de la publicidad no hace otra cosa más que tocar una y otra vez en mi herida, y más en estos días y los que vienen…. Hoy para tocarme un poco más las narices el lacito rojo del día del sida. ¿Qué está ocurriendo en esta sociedad? Que no quiere mirar la cantidad de niños y jóvenes que mueren de cáncer sin que hayan podido hacer nada para evitarlo. ¿Es que eso es normal…? Cuando es la primera causa de muerte por enfermedad en esas edades. Pero que importa todo eso, yo lo que siento es que no estés a mi lado, que no pueda disfrutar de tu risa y de tu felicidad, que no pueda escucharte más llamarme papa, que nuestra vida sea ya tan triste. Miro una y otra vez tus videos de cuando eras un niño tan perfecto, tan sano…