Ayer hizo un mes que nos dejaste, un mes, parece mentira…sigo echándote de menos cada minuto y con la misma sensación de vacío, de encontrarme perdido en la vida sin saber cual es ya mi camino. Mi cerebro y mi corazón en continua lucha ante la necesidad de creer que tu alma está en algún lugar, que ha quedado algo más de ti que el recuerdo de aquellos que te conocieron y el inmenso amor de tus padres. Otra de las grandes preguntas que seguirán sin respuesta, tal vez el camino siga siendo no pensar igual que durante toda tu enfermedad, intentar anular cualquier recuerdo que nos haga daño, pero son tantos…
Será mejor que deje mis lamentaciones o esto sería repetir siempre lo mismo.
Ya he terminado la mesa para el ordenador, me ha quedado regular, tú sabes que siempre veo faltas en todo. No sé que me inventaré ahora para entretener el tiempo y mantener mi cabeza medianamente ocupada

Querido hijo, tu madre ha comenzado nuevamente con sus clases particulares, lo hace sobre todo por ocupar el tiempo, ahora le sobra. Así que aquí me tienes toda la tarde solo echando de menos tu compañía, aunque estuvieras en tu habitación estudiando llenabas la casa y el poder explicarte las cosas en las que tenias dudas me hacia sentirme tan importante (eso cuando las sabia) o mostrarte cualquier cosa graciosa del Internet para que soltaras unas risas…, cuantos momentos de complicidad…ahora ya las borro del ordenador no tienen gracia ni nadie que se ría con ellas.

Ya nos hemos quedado solos, como antes de que tu nacieras, pero es todo tan diferente, ya no hay ilusión, esperanza en el futuro, ganas de vivir, ya no hay nada… tan solo el vacío de tu ausencia que hace que nada tenga significado, haces lo de siempre pero de una forma mecánica como si solo fuéramos marionetas que se mueven siguiendo un camino conocido pero sin sentimientos. Todos se han ido contigo. No sé como vamos a poder seguir adelante en estas condiciones, con el corazón vacío y sintiéndonos los seres más desgraciados del mundo; hemos luchado por ti, hemos vivido por ti y para ti, tu alegría y tu tristeza eran las nuestras, ahora ya no queda nada, ni tan siquiera ganas de discutir. Carlos si tu alma está en algún sitio, si puedes vernos, ayúdanos a vivir.

Querido hijo, aunque ya haya dejado de ser padre tú siempre serás mi hijo. Por fin voy a hacer la mesa nueva para el ordenador, justo cuando menos ganas tengo de hacer nada, pero por eso quiero obligarme a hacer algo, ya tengo las maderas y ya he mosqueado a tu madre con el serrín de lijarlas, seguro que te estarás riendo, como hecho de menos tu risa….De todas formas tu madre ha estado de acuerdo en que la haga con tal de que haga algo que no sea pasar el día tumbado en la cama o delante del ordenador, pero la verdad es que tengo ganas de poco más y encima me jubilan esta semana, mañana viernes es el último día de funcionario, ahora seré pensionista y no tendré que trabajar, dirás que vaya suerte pero me da pena dejar de trabajar aunque Correos no me haya gustado nunca, pero siento que todo se termina. Mañana también te dicen la misa tus compañeros del instituto, pasar otro momento malo viento a tus profesores y a tus compañeros y el fin de semana se irá tu abuela dejándonos a tu madre y a mi solos. Los dos solos sin ti, vaya mierda de vida nos espera…

Querido hijo, los días pasan y no dejo de recordar tantos momentos…..Cuando al poco de empezar con el primer tratamiento, la Doctora Márquez a una pregunta de tu madre, nos contestó que este tipo de tumor no tiene cura, pero que nuestro hijo no se iba a morir ahora, lo dijo como intentando calmarnos viendo la cara que se nos puso, a mi me dejó hundido y preguntándome ¿Cuándo?, por desgracia esa respuesta ya la sé. Después en casa me costaba estar a tu lado y cocí el coche y me fui intentando inútilmente aclarar mi mente, paré al lado de un cañaveral cerca de casa donde lloré, vi a un padre con su hijo dando un paseo, sentí rabia de mi situación y envidia de no poder tener un hijo sano, al final llegué a la conclusión que mi hijo me esperaba en casa y que si mi función como padre era ayudarte a morir no podía eludirla. Desde entonces como dijo la psicóloga he estado viviendo el duelo con antelación, a pesar de que hubo momentos en los que creí que habías vencido a la enfermedad. Fueron muchos años de lucha, casi seis, hoy solo que me queda tu recuerdo y un terrible sensación de vacío, la vida ya no tiene sabor sin ti, todo carece de sentido y nada llega ni a entretenerme, siento el corazón vacío, sin capacidad de amar ni tan siquiera a mi mismo.

Ya estamos en Semana Santa, espero que el año pasado te lo pasaras bien visitando Cáceres y Trujillo, ya sabíamos que no había nada que hacer por eso quisimos que al menos disfrutaras de algunas cosas, sobre todo las cuevas de Aracena te encantaron, aunque menuda paliza nos dimos con tantos escalones y un suelo tan malo. Parecía entonces que nunca llegaría este día , en que ya no estarías con nosotros, por mucho que nos lo dijeran todos los médicos como pensarlo siquiera, era demasiado doloroso para pensar en ello, aunque es más doloroso aún sentir tu ausencia, nos haces tanta falta que estamos como dos atontados sin saber que hacer ni que decir. Bueno decir…. Decir lo de siempre; ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Cuándo?, las preguntas a las que nunca encontraré una respuesta. Solo sé que ya no iremos al campo a preparar la barbacoa que tanto te gustaba, aunque recorriéramos media provincia para encontrar un sitio. Yo no sé Carlos si hay algo detrás de la muerte, me encantaría creer que si, pero ya sabes como pienso por eso te suplico alguna señal que nos de algo de esperanzas para seguir viviendo, pues veo que esto va a terminar mal, la distancia que hay entre tu madre y yo es mucha y tu eras el único puente, no sé si empeñarnos en seguir juntos será la mejor solución al resto de nuestras vidas. ¿Cómo seguir viviendo sin una pizca de ilusión, sin un poco de alegría, si nada llena esta sed que tenemos de ti? No sé donde encontraremos ayuda, tu madre quiere que vayamos al psiquiatra y el psicólogo pero no veo muy claro que esa sea una solución.