martes, 17 de julio de 2007


La vida sigue y tu no estás, ya habrías terminado el curso y seguro que como siempre con notas excelentes y estarías disfrutando de no tener que estudiar y ponerte cada día al ordenador y más ahora que como el tuyo se estropeó he pasado el mío a tu habitación para que lo use tu madre que está haciendo un cursillo de informática, si ya sé que pensarás con una sonrisa que falta le hacía, y he montado otro para mi más potente, que seguro me quitarías para poder jugar mejor a tus juegos, y yo sería feliz de verte disfrutarlo.
Iríamos en nuestro viejo coche, que un día te llevó despacito del hospital a casa cuando naciste y que tristemente también trajo tus cenizas, a la playa a buscar coquinas que tanto te gustan o a cenar puntillitas como el año pasado.
Pero la vida se nos torció cuando apareció el maldito tumor, aunque como solo tenías 9 años solo te importaba estar en tu casa jugando y eras feliz con cualquier nuevo juguete, no querías crecer como si sospecharas lo que te esperaba cuando dejaras la niñez pero la vida no para y antes de que nos diéramos cuenta estabas luchando nuevamente contra la enfermedad y dándote cuenta de que los juguetes quedaban atrás y la nueva etapa en la que entrabas tus limitaciones te aislaban de tus compañeros y ya no eras tan feliz, hasta que todo se rompió cuando nos dejaste.

No hay comentarios: